Érase una vez cuatro niños que eran muy amigos .
Sus nombres eran Luis, Laura, Bea y María. Una noche quedaron los cuatro en casa de María. Ella les invitó a sentarse en la mesa mientras sacaba un extraño tablero de "ouija".
Empezaron a jugar cuando de repente Laura se levantó para ir al baño. Nadie quiso acompañarla porque estaban muy asustados con el juego.
Pasó un rato y Laura no volvía del baño, así que sus tres amigos fueron a buscarla. Cuando entraron se la encontraron tirada en el suelo con sangre en el oído. María se acercó para comprobar si tenía pulso. Parecía que había muerto.
Los tres estaban muy asustados y no sabían qué hacer. Casi sin pensarlo, Luis y Bea intentaron salir corriendo de la casa, pero María insistió en que tenían que terminar el juego.
Siguieron la partida de "oija" durante una hora. Luis tenía mucho miedo y se quería ir. Fue a buscar sus zapatos al cuarto de María. Desde la otra sala, sus amigas comenzaron a llamarlo porque tardaba mucho. Al ver que no contestaba fueron a buscarlo al cuarto. Cuando llegaron no había nadie, Luis había desaparecido.
Las dos amigas siguieron jugando a pesar del miedo que tenían. María fue a la cocina a beber agua, cuando abrió el frigo algo la atrajo hacia dentro y se la tragó. Bea escuchó el grito despavorido de María y salió corriendo de la casa. Mientras corría por la calle, alguien llamó a su teléfono. Eran sus tres amigos que, entre risas le contaban que todo había sido una broma.
¡Un saludo y un terrorífico Halloween!
*La Clase de Quinto*
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